Yeyeyey por fin reaparecen las ganas de escribir! O quizás aparecen porque tengo cosas que contar.
Después de una semana santa sin hacer nada productivo, sólo que salir o vaguear, teníamos una cita con el simulacro de Selectividad que hace nuestro centro... Pues eso, después de una semana sin hacer nada y siempre proponiéndome ponerme las pilas, llega el día antes ( concretamente 2 o 3 horas antes de medianoche ) y decido ponerme haciendo un esfuerzo sobrehumano. Llega el día y fuimos todos a hacer los exámenes, que para quien no lo sepa ya que estas pruebas sólo se hacen en España, pues son una série de exámenes que te dan puntuación que te hace media con las notas de bachillerato, para poder entrar a las universidades. Pues eso, generalmente la Selectividad dura 3 días, con exámenes de una hora y media, pero en nuestro simulacro lo hicimos en dos días; el primero para las materias comunas ( castellano, catalán e inglés ) y el segundo para optativas y una materia a escoger entre filosofía e historia. Pues eso, el primer día muy bien y el segundo más de lo mismo, y si haber hecho nada. A ver qué tal.
Pues en uno de los días del simulacro, fue el cumpleaños de Silvia (12/04), a lo que decidimos celebrarlo el viernes con calma. Llega el viernes y le dijimos de ir a cenar un durum y así celebrarlo de tranquis ( plan perfecto para que ella no sospechara nada ). Le dijimos que era un durum nuevo que estaba por el centro, así que no sospechó nada al coger el metro e ir ahí. Una vez ahí, Marina y yo nos pusimos al frente a guiar, ya que sólo yo sabía como llegar, y caminando caminando nos paramos frente un restaurante que hacia tiempo que la Silvia quería ir; el Rita Rouge! El
Rita Rouge es un restaurante-lounge-de cocktails situado en el centro, cerca del Liceu. Es una pasada, tanto la fachada, como la iluminación, como la decoración, como el trato... 100% recomendable con platos desde 6'50 a 17 y pico, vamos muy económico para una cena light que es lo que hicimos nosotras. Eso sí, es recomendable reservar mesa porque el espacio reservado es más bonito, con sofás con estampado de cebra junto a columnas con espejitos de bola de discoteca... Ah y la comida y el trato muy buenos!